Planifica la historia antes de grabarla
El truco es tener en tu cabeza el resultado antes de ponerte a grabar.
Una vez te pongas a disparar, hazlo teniendo en cuenta posibles puntos
de edición: puntos específicos en los que puedas enlazar una toma con
otra (por ejemplo, un zoom in / zoom out a un arbol, arrojar una pelota a
la cámara para cambiar el enfoque, etc…). Esto hará que la edición
posterior sea más sencilla y el vídeo resultante mucho más fluido.
Usa el soporte para la GoPro adecuado

Antes de ponerte a disparar, estudia los ángulos desde los que lo vas a hacer y comprueba la imagen resultante para ver que el encuadre desde el soporte es el correcto.
Elige el soporte adecuado. Si vas a grabar desde una bicicleta, ten en cuenta que el soporte de manillar de la GoPro hace que el vídeo resulte mucho más movido que si utilizas el soporte de casco o de pecho, pues el propio cuerpo absorbe las vibraciones del terreno y actúa como un estabilizador. Aquí tienes uno de mis primeros vídeos grabados con el soporte de manillar. Observa las vibraciones…
Esto, como casi todo, se mejora con la propia experiencia. Lo que nos lleva al tercer consejo…
Practica y sigue practicando

Si llevas la cámara en el casco es posible que este se coma buena parte de la acción. La posición recomendada para grabar desde el casco es en un lateral y, a ser posible, que el casco sea integral (mucho menos movimiento).
Nunca está de más que un compañero nos eche una mano durante la ruta que estemos haciendo para ver que la GoPro sigue en la posición deseada y grabando.
Juega con los ángulos
Un vídeo grabado desde un único punto de vista resulta aburrido al final. Combinar tomas desde distintas posiciones resulta en una vista más completa de lo que está sucediendo.
Para crear estos planos no hay que olvidar que la cinta adhesiva es nuestra amiga :-D. Con ella y la ayuda de un simple palo podemos hacer maravillas…
Alterna los modos de la cámara

Jugar con estos timelapses y meterlos en nuestro vídeo produce resultados curiosos. Por ejemplo: podemos programar la GoPro para disparar dos fotos por segundo y apuntar a un objeto mientras movemos la cámara. Aunque acabemos borrando la mayor parte de las imágenes, seguro que obtendremos unas cuantas que valgan la pena.
También podemos usar timelapses para momentos que no sean el tema principal de nuestro vídeo, como por ejemplo la preparación de la bici antes de una salida.
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